
Fuera era una noche fría.
Típica noche londinense.
Pero dentro, en el Heaven, hacía mucho calor.
Estabas increíble.
Comenzaste a bailar conmigo, supuse que era tu excusa para acercarte a mí.
Tus manos sujetaban mi cintura y bajaban por mis caderas.
Las mías se aferraban a tu cuello.
Fuimos a pedir una copa mientras el resto se quedaba bailando.
En cuanto nos acercamos a la barra, cogiste mi mano y me llevaste a un rincón donde no se nos viese.
Me sujetaste por la cintura y comenzaste a besarme.
Era obvio que llevabas todo el día esperando el momento oportuno para besarme.
Tus labios recorrían con furia los míos, mi cuello y mis hombros mientras tus manos me estrechaban fuertemente.
Tuvimos que volver con el grupo y dejar nuestro desfogue.
Cuando llegamos al hotel cerraste la puerta nada mas pasar.
Tiraste de mí y me apretaste contra tu cuerpo.
En ese mismo momento sentí que haría todo lo que me pidieses.
Aunque mas que pedirme parecía que ibas a ordenármelo.
Intenté quitarte la camisa y me paraste, comenzaste a desnudarme, desatando mi corpiño con manos seguras, desabrochando mis pantalones, dejándome sin ropa interior.
Cuando terminaste cogiste mis manos, las pusiste sobre tu camisa y esperaste a que te desnudase, entonces esperé a ver que tenía que hacer.
Me sentía completamente sumisa ante ti.
Dispuesta a todo lo que quisieses.
Tus dedos apretaban mi cuerpo, dejando marcas rojas sobre mi nívea piel.
Uno de tus dedos se introdujo en mi boca, haciendo que mi lengua se retorciese en torno a él, tratando de darte todo el placer posible con ese gesto.
Tu otra mano se introdujo en mi vagina, consiguiendo así que todo mi cuerpo se humedeciese, que mis piernas comenzasen a vibrar.
Cuando ya no podía aguantar más pusiste tus manos sobre las mías y estas a su vez en tu sexo, marcándome el compás que querías que llevase, haciéndote sudar.
Haciendo que chorreases.
Me obligaste a arrodillarme y lamerte.
Llegaste a un primer orgasmo y me empujaste hasta que caí al suelo.
Entonces comencé a sentir tu lengua dentro de mí. Haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera, te toque, te bese, te arañé.
Enredamos nuestros cuerpos en la moqueta de la habitación, haciendo que llegásemos en varias ocasiones a un éxtasis que hacía bastante que no podía sentir.
escribes espectacular
ResponderEliminarsaludos
Gracias por el halago y por pasarte por aqui.
ResponderEliminarNos vemos.
Un saludo.
Hola!!
ResponderEliminarHermoso como escribis!
Muy lindo blog!!
Hoy: Estoy deprimida, quiero chocolates.
Si comprendés lo que digo, pasa y chusmea. Todos los comentarios son bienvenidos :)
QUE ESTES BIEN :)
Hola!!!
ResponderEliminarMe alegro que te guste el post.
EL tuyo ya lo conocia, jeje.
De hecho suelo leerte.
Nos vemos!
Increible descripción nuevamente, que me hace sentir personales cada uan de tus entradas ! Sigo visitandote como siempre amiga ! saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Pini.
ResponderEliminarNo vemos por tu blog tambien. ;)
hola preciosa!!
ResponderEliminarque belleza
que
despues
de mucho
"no sentir"
al fin lo
hayas
conseguido
y en repetidas
veces
me gusto
saludos
Bueno supergirl, aunque no tenga todo lo que quiero parece que si he vuelto a sentir, jeje.
ResponderEliminarUn saludo!