domingo, 3 de octubre de 2010

74 Entrada;

El trayecto de vuelta a casa nunca se me había hecho tan largo.
Sabia que la despedida de esta noche seria definitiva y que nunca podría olvidar tu mirada, con todo lo que ocultaba.
Solo nos conocemos desde hace unos meses y hasta hoy nunca había pasado nada entre nosotros.
Desde el primer día hubo una conexión especial entre los dos, una conexión que fue incrementando día a día. Los dos lo sabíamos pero no era posible que ocurriese nada entre nosotros, al menos no sin hacer daño a otras personas, personas a las que no queríamos dañar.
Pero esta noche...
Esta noche ha sido diferente.
Por pura casualidad nos hemos encontrado en el mismo local, tu ibas con tus amigos y yo con las mías.
Te alegraste al verme y enseguida viniste a saludarme.
Tu sonrisa era radiante cuando me saludaste.
Comenzamos ha hablar y el tiempo fue transcurriendo a un ritmo extraño, diferente al del resto del mundo.
Nuestros amigos se fueron marchando y nos quedamos los dos solos.
El local estaba cerrando y decidimos que era hora de volver, pero los dos estábamos muy cómodos y decidimos ir andando hasta la estación de autobuses. Eso nos daría mas tiempo para estar juntos.
Mientras bajábamos por Princesa nuestras manos se rozaron y en Plaza de Espana la cogiste y tiraste de mi.
Paseamos por la inmensa plaza de la mano, callados. No nos atrevíamos a estropear ese momento. Los aspersores comenzaron a funcionar e inconscientemente me pegue a ti mientras tu me agarrabas por la cintura.
Subí la mirada y te vi, mirandome como si mirases algo imposible. Yo me deje llevar por mis impulsos y te bese. Seguiste mi beso mientras tus manos recorrían mi espalda y las mías se aferraban a tu cuello.

Se que no volveremos a vernos, y si por algo ocurriese tendremos un comportamiento muy diferente al que hemos tenido hasta ahora.
Pero nunca olvidaré ese momento, esa mirada, ese beso...