Hay veces que tardamos en darnos cuenta de que algo se ha acabado.
Porque era algo tan necesario para nosotros que nos negábamos a dejarlo marchar, y cuando por fin nos hacemos conscientes de ello, un vacío se apodera de nosotros.
Sabemos que nos amoldaremos a ese vacío.
Será un vacío más en su rincón.
Pero mientras tanto, vagabundea por nuestro ser, llenando cada espacio.
Ya no siento ansiedad cada minuto, pero sigo pensando en ti.
ResponderEliminarSigo dejando que mi mente se vaya a tu cuerpo cada noche y más a menudo de lo que debería.